Dislexia sin Complejos

jueves, septiembre 09, 2010

¡Quéjate siempre!

Hasta que el cura nos separe (License to Wed, Ken Kwapis, 2007) no sólo no es una película sobre dislexia; en nuestra opinión, se trata además de una mala película en líneas generales montada sobre una serie de gags más o menos graciosos para un presunto lucimiento del actor Robin Williams. No obstante, sin ninguna referencia a una posible dislexia de alguno de sus personajes, una de las secuencias más divertidas podría entrar en los anales de la dislexia en el cine: la de la inscripción en el anillo de boda.



Excelentemente doblada al español, nos estamos refiriendo a la escena en la que Ben (John Krasinski) va a recoger los anillos de boda que ha encargado días antes y ha escrito en un papel la inscripción que debe figurar en el anillo.



Para su sorpresa, en el anillo reza: Quéjate siempre. La discusión que sigue, muy divertida, hace referencia a que él ha escrito en el papel: Quédate siempre. Como se pone de manifiesto durante la escena, es su mala ortografía la causante del malentendido. En la versión original, el malentendido surge con Never to fart (Nunca te peas) y Never to part (Nunca te marches).



La película la vimos durante un desapacible día de invierno de 2008 cuando ya estábamos procediendo a una búsqueda de películas relacionadas con la dislexia y éramos susceptibles a cualquier escena con alguna reminiscencia sobre esta desventaja. También de esa misma época es Se armó la gorda (Bringing down the house, Adam Shankman, 2003), en la que sale a relucir que Georgey (Angus T. Jones), el hijo de Peter (Steve Martin), no va bien en el colegio por sus problemas con la lectura.



Secuencias de cine al margen, con el comienzo del nuevo curso, un pequeño consejo: ¡Quéjate siempre! El desarrollo de la L.O.E. en lo que se refiere a las Dificultades de Aprendizaje, está resultando más lento de lo que desearíamos todos. Salvo honrosas excepciones en determinadas Comunidades Autónomas, prácticamente no se ha hecho nada. Asirse al texto de la L.O.E. no va a servir en la mayoría de los casos para que se haga justicia en el aula. El único recurso que nos suele quedar es el de quejarnos por la falta de atención adecuada a los niñ@s con una dificultad de aprendizaje, aun a riesgo de que se nos considere unos padres y madres histéricos.

Etiquetas: , , , , , , , ,

Búsqueda personalizada