Dislexia sin Complejos

jueves, mayo 07, 2009

El pelotón de los lentos

La capacidad lectora de una población determinada se ajusta a una distribución normal o campana de Gauss, al igual que otros muchos fenómenos, como la tensión arterial, las cifras de glucemia, el peso o la estatura, por citar algunos ejemplos. Es lo que se denomina un modelo continuo, que es perfectamente válido para explicar tanto la habilidad para la lectura, en general, como la dislexia en particular, como bien nos explica e ilustra Artigas en su célebre Quince cuestiones básicas sobre la dislexia.



Si nos fijamos en la zona izquierda de la imagen, donde estarían representados los que tienen una mala capacidad lectora, encontraríamos un amplio grupo que llamaremos cariñosamente el pelotón de los lentos y que estaría integrado por los que se han incorporado tarde al sistema educativo, los que llevan un cierto retraso madurativo, los que padecen una enfermedad pedagógica (distichia), los que son abandonados a su suerte por los padres (disparentia), los vagos (que también los hay) y, por supuesto, los disléxicos. Si realizásemos un cribado de toda esta amalgama y separásemos a los disléxicos del resto, nos encontraríamos con que la dislexia sigue mostrando una distribución continua, es decir, en términos de Shaywitz et al.: la dislexia no es un fenómeno del todo o nada (Evidence that dyslexia may represent the lower tail of a normal distribution in reading ability, N Engl J Med 1992; 326:145-50). Establecer el punto de corte en el cual se es o no disléxico es muy complicado y depende de la definición que usemos. Nuestro sistema educativo añade una traba importante a todo esto: el desfase curricular de dos años. Esto significa que, durante dos años, no se hace absolutamente nada a la espera de que si se trata de un retraso del desarrollo madurativo, este se resuelva de forma espontánea. La paradoja que se establece con este proceder es que no se hace absolutamente nada para tener un diagnóstico de dislexia fetén, en los casos a los que se llega, para luego intentar recuperar el tiempo perdido. ¿No sería más fácil intervenir desde el principio en ese pelotón de los lentos sin esperar a tratar de remediar las penosas consecuencias del fracaso escolar al que quedan abocados muchos de sus integrantes? Desde un punto de vista médico, sabemos que es más importante tratar a toda la población con tensión arterial elevada que esperar a tratar sus consecuencias. Es lo que se llama prevención primaria. ¿No se puede hacer lo mismo con la mala capacidad lectora?

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2 Comments:

  • A esta misma conclusión llego yo hace tiempo, y empezé a plantarlo mi asociación. Primera respuesta, hasta los ocho años no se puede saber si es dislexico. Yo no he dicho que le diagnostiquen de dislexia con cinco años, solo digo que sí en infantil se empiezan a ver los primeros problemas por que esperar.
    Luego conocí el programa piloto de Canarias, y era exactamente a lo que yo me referia y me pregunto si es tan dificil de enterder esta propuesta o si es simplemente cuestión de dinero. Pues luego que no se quejen del fracaso escolar, el que no siembra no puede recoger. Pero hay que seguir insistiendo por los niños, por su felicidad y futuro.

    By Anonymous CONSUELO, at 9/5/09 09:13  

  • En el caso de mi hijo ante sus dificultades lectoras lo mejor segun la orientadora era esperar¿a que? ya lo he entendido a que se desfase dos años. Pasamos del no te preocupes a ahí tienes el problemas y yo me quedo tan ancha.Y esto son profesionales de la educacíón, pero claro este argumento no sería válido para su hijo o para el hijo de algún alto cargo de la admón educativa.
    Pilar

    By Blogger Unknown, at 11/5/09 18:53  

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